La nueva tarjeta gráfica insignia de NVIDIA ya está aquí. Jensen Huang, el director general de esta compañía, dio a conocer el pasado 20 de septiembre tanto la GeForce RTX 4090 a la que vamos a dedicar íntegramente este análisis como la también muy prometedora, aunque sobre el papel algo menos ambiciosa, GeForce RTX 4080.
Las mejoras que nos prometen estas tarjetas gráficas son las que los entusiastas de los juegos podíamos esperar: un rendimiento más alto a cualquier resolución, pero, sobre todo, a altas resoluciones y al emplear el trazado de rayos. Pero hay algo más. En teoría una de sus bazas más contundentes es la tecnología de reconstrucción de la imagen mediante inteligencia artificial DLSS 3.
Esta innovación nos promete un rendimiento más alto en las condiciones más exigentes, menos latencia, y, de propina, una calidad de imagen más alta y menos artefactos de movimiento. No obstante, la GeForce RTX 4090 no es solo una solución gráfica para juegos. De hecho, esta tarjeta ha sido dimensionada, al igual que la GeForce RTX 3090 Ti, para lidiar con suficiencia con un escenario de creación de contenidos muy exigente. Veamos cómo se las gasta.