El universo de la tecnología móvil está al borde de una revolución con la llegada del Samsung Galaxy S24. Tras el lanzamiento del chipset Exynos 2200 de Samsung hace dos años, el primero de la casa en ofrecer capacidades de raytracing, nos encontramos en la cúspide de un cambio paradigmático en el rendimiento gráfico de los dispositivos móviles.
El Exynos 2200 prometía una nueva era con su GPU Xclipse 920 basada en RDNA de AMD, pero se quedó corto en expectativas debido a la escasez de juegos compatibles con raytracing y una capacidad gráfica que no alcanzaba para ofrecer tasas de fotogramas estables. El raytracing, aunque impresionante en su recreación de luces y sombras, exige una gran potencia de procesamiento, a menudo inalcanzable para los chips móviles.
Sin embargo, el panorama está cambiando. Según informes recientes, Samsung ha unido fuerzas con AMD y Qualcomm para desarrollar la tecnología FSR (FidelityFX Super Resolution), que estará presente en el Galaxy S24. Esta tecnología, un caballo de batalla en la renderización de gráficos, opera reduciendo la resolución de los juegos para mejorar las tasas de fotogramas, empleando después IA para escalar la resolución. El resultado es una experiencia de juego más fluida, con un leve sacrificio en el detalle gráfico.
El FSR de AMD busca competir con el DLSS (Deep Learning Super Sampling) de Nvidia, líder actual en tecnología de escalado espacial para juegos de PC. Con la integración de FSR y un poder gráfico superior al de generaciones anteriores, los futuros chips móviles prometen un rendimiento de juego satisfactorio, incluso con el raytracing activado.
Es esencial entender que el raytracing es una técnica de renderizado que simula el trayecto de la luz para crear reflejos y sombras realistas, ofreciendo una gráfica más inmersiva que la rasterización convencional. Pero su demanda de potencia computacional es alta, lo que hace necesarias tecnologías de generación de fotogramas como DLSS y FSR para suavizar las tasas de fotogramas.
Dispositivos como el Apple A17 Pro y el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3 ya cuentan con raytracing. Combinados con tecnologías como MetalFX Upscaling y FSR (GSR en el caso de Qualcomm), los dispositivos móviles pueden correr juegos con elementos de raytracing a tasas de fotogramas notablemente suaves. El Galaxy S24 alternará entre el Exynos 2400 y el Snapdragon 8 Gen 3, dependiendo del país, y es probable que ambos incluyan una característica de escalado de fotogramas potenciada por IA.
La colaboración de Samsung con gigantes como AMD y Qualcomm abre un futuro iluminado por el raytracing accesible en nuestros bolsillos. El Galaxy S24 no es solo un teléfono, sino una promesa de experiencias inmersivas y gráficos realistas que antes estaban limitados a las plataformas de PC. La pregunta ya no es si el raytracing definirá el futuro de los juegos móviles, sino cómo y cuándo lo hará. Con el Galaxy S24 a la vanguardia, ese futuro está a punto de ser nuestro presente.
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